Las claves de las elecciones más excepcionales.

Más de cinco millones y medio de catalanes están llamados este jueves a las urnas. Catalunya afronta las elecciones más atípicas de su historia. Unos comicios que fueron convocados por Mariano Rajoy el pasado 27 de octubre como colofón a una serie de avatares que pusieron cabeza abajo la política catalana. Tras las elecciones de 2015, el victorioso bloque independentista emprendió un procés que llevó a la celebración de un referéndum prohibido por el Tribunal Constitucional el 1 de octubre.

Esa fue una jornada dura marcada por la ilegalidad de la consulta y por la represión de la policía contra los manifestantes, pero Puigdemont vio en su resultado la legitimación que necesitaba para declarar la República catalana. La declaró y la suspendió el 10 de octubre en el Parlament. Esa suspensión no contentó al Gobierno central, que tras varios avisos, optó por poner en marcha por primera vez en España el artículo 155 de la Constitución.

La excepcionalidad política y el 155

El artículo 155 se materializó el mismo 27 de septiembre en el Senado en una larga jornada, que transcurrió en paralelo a otra no menos intensa en el Parlament, donde los diputados independentistas votaron por proclamar la república catalana. Y la proclamaron, aunque no tuvo efectos, porque el Gobierno procedió de inmediato a controlar la Generalitat, a cesar al Govern y a convocar elecciones en virtud de ese artículo 155 recién estrenado.

También destituyó a los delegados de Catalunya en Bruselas y Madrid y otros altos cargos, cerró las ‘embajadas’ catalanas en el exterior, puso en marcha la liquidación del Diplocat y deshizo algunas de las llamadas estructuras de Estado del ex Govern. Pero el episodio más sonado del 155 ha sido el cumplimiento de una providencia judicial por la que se han trasladado las obras de arte que se conservaban en el Museo de Lleida al monasterio de Sijena.

Participación

Los expertos en demoscopia vaticinan una participación histórica del 82% en la jornada electoral de hoy. El récord anterior se registró en los comicios del 27 de septiembre de 2015 cuando el 74,95% de los catalanes pasaron por las urnas. La difícil y polarizada situación que vive la política catalana y el hecho de que los comicios se celebren en día laborable, lo que da derecho a los asalariados a cuatro horas de libranza, favorecerán el alza del número de votantes.

Algunos analistas calculan que la participación podría incluso elevarse hasta el 85%. Eso favorecería a los partidos del bloque constitucionalista. El voto de los catalanes ha sido siempre muy estratégico, eso implica que el votante cambia de partido en función de si las elecciones son generales, autonómicas o municipales. Votantes del PSC y del PP de la zona metropolitana de Barcelona acostumbraban a abstenerse en las elecciones al Parlament, pero hoy parecen movilizados y se prevé que salgan a votar, aunque no se descarta un trasvase de votos hacia ciudadanos, según los analistas.

Actual composición del Parlament

Desde las elecciones de 2015, el Parlament está dividido en dos bloques. El independentista, formado por Junts pel Sí, coalición de PDeCAT, antigua CDC, y ERC, que suma 62 escaños, y la CUP, con 10 diputados. Un bloque que suma 72 parlamentarios y por tanto supera los 68 en que se sitúa la mayoría absoluta en Catañlunya.

Ciudadanos, con 25 parlamentarios, el PSC, con 16, y el PP, con 11, componen el bloque constitucionalista. Catalunya sí que es pot, coalición de Podemos, ICV, EUiA y Equo, cuenta con otros 11 diputados. Este grupo de izquierda alternativa ha optado por la equidistancia.

Seguridad

Entre las 9.00 horas de la mañana y las 20.00 de la tarde permanecerán abiertos 2.680 colegios electorales en los 947 municipios de toda Catalunya. El Ministerio de Interior extremará la vigilancia. Habrá 12.000 agentes de los Mossos y otros 3.000 de la policía nacional y la Guardia Civil en las calles para garantizar la seguridad. Además, Interior cuenta con un retén de otros 2.000 policías y guardias civiles por si fuera necesaria su intervención. También se reforzará la vigilancia en la frontera con Francia por si el ex president Carles Puigdemont, que está en Bruselas, regresa a Catalunya a lo largo del día.

Voto por correo y voto extranjero

78.876 catalanes residentes en España han pedido votar por correo, un 26% menos que en los anteriores comicios. Sus votos ya se han emitido, se introducirán en las urnas correspondientes al final de la jornada y se incluirán en el recuento de esta noche. Además, otros 39.521 votantes residentes en el extranjero han formulado la petición para votar desde el exterior, lo que supone un alza del 80%. Sus votos se conocerán el martes o el miércoles de la semana que viene y podrían ser cruciales, ya que pueden inclinar la balanza hacia uno u otro bloque.

Candidaturas

Siete candidaturas con posibilidad de entrar en el Parlament concurren a estos comicios, algunas lo hacen en condiciones excepcionales. Oriol Junqueras encabeza la lista de ERC, que en las primeras encuestas publicadas partía como favorita. Junqueras lleva más de 40 días ingresado en la cárcel de Estremera (Madrid) en régimen de prisión provisional. Se le acusa de los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación. La número dos de la lista es Marta Rovira, que podría sustituir a Junqueras si éste no pudiera llegar a ejercer sus funciones como diputado.

Junts per Catalunya está encabezada por Carles Puigdemont, quien desde finales de octubre reside en Bruselas. Le acompañan los ex consellers Lluís Puig, Clara Ponsati, Meritxell Serret y Toni Comín. Ponsati es la número dos de JxC por Barcelona y Puig va en la candidatura por Girona. Además, Jordi Sànchez, líder de la ANC, que va de dos por Barcelona, y Joaquim Forn, que es el siete, también están en la cárcel. La candidatura de Puigdemont, que en principio iba a ser de PDeCAT, salió con poca fuerza en las primeras encuestas, pero ha ido ganando enteros y los últimos sondeos publicados la situaban muy cerca de la de Junqueras con posibilidades de obtener unos 30 escaños. (Comin y Serret forman parte de las listas de ERC).

Inés Arrimadas podría dar la campanada esta noche. Algunos sondeos colocan a Ciudadanos como virtual ganadora de las elecciones. Su partido, que entró en el Parlament en 2007 con tres diputados podría superar la treintena de escaños y ser la primera fuerza de la Cámara catalana. Su crecimiento se produciría a costa del PP y del PSC.

El PSC de Miquel Iceta podría superar sus 16 escaños actuales y encararse en la veintena, pero su candidatura, que arrancó con mucha fuerza, podría verse perjudicada por la subida de la de Arrimadas. Pero según los sondeos, el gran damnificado por el crecimiento de Ciudadanos sería el PP de Xavier García Albiol, que podría quedar con una presencia testimonial en el Parlament.

La CUP, que en esta ocasión lidera Carles Riera, lucha por mantener su representación. Y Catalunya en Comú-Podem, que encabeza Xavier Domènech, intentará no ser el último de la lista y buscará como premio de consolación lograr la llave de la gobernabilidad en Catalunya.

Posibles pactos

Los resultados que presentan las encuestas plantean grandes dificultades para la formación de un nuevo gobierno. Las posibilidades son varias, pero todas ellas complejas,

1) Gobierno independentista

El bloque independentista roza la mayoría absoluta. ERC, JxC y la CUP podrían superar los 68 escaños. Otra cosa es que alcancen un acuerdo. Republicanos y nacionalistas tienen como prioridad levantar el 155 y conseguir la liberación de los políticos que están presos. La CUP está en otra pantalla, considera que la república catalana ya estáen marcha y hay que acabar de apuntalarla. Los cuperos podrían desmarcarse de Junqueras y Puigdemont a quien consideran tímidos y poco ambiciosos, lo que dejaría a ese bloque en unos 60 diputados.

2) Gobierno de ERC en solitario

Si Junqueras gana las elecciones podría tratar de gobernar en solitario del mismo modo que Rajoy gobierna en España. La idea sería lograr apoyos suficientes para la investidura y luego otros puntuales para tomar decisiones de gobierno concretas. El líder de ERC podría recabar los votos de Puigdemont y de los Comunes para convertirse en president, pero la tarea será complicada.

3) Coalición de izquierdas

Durante la campaña se ha especulado con una posible coalición de izquierdas formada por ERC, PSC y los Comunes. Pero esta opción es muy remota por varios motivos: las encuestas no dan la suficiente mayoría a ese bloque, Iceta rechaza hacer presidente a un independentista y Junqueras debería dar marcha atrás y renunciar al secesionismo, lo que decepcionaría a sus votantes.

4) Gobierno del bloque constitucionalista

Implicaría una coalición de Ciudadanos, PSC y PP, pero ninguna encuesta da mayoría a este bloque. Quizá podría constituirse con el apoyo de los Comunes, pero Domènech descarta apoyar la investidura de Arrimadas.

5) Operación Iceta

La idea de la operación Iceta tomó forma a principio de la campaña, cuando las encuestas vaticinaban que Ciudadanos y e PSC quedarían muy empatados. El líder del PSC podría ser elegido presidente con el apoyo, y el sacrificio, de Ciudadanos y del PP y también con el de los Comunes, que no serían tan reacios a apoyar a un socialista. Pero esta opción se ha ido desvaneciendo a medida que los sondeos han pronosticado que Arrimadas se dispara y que incluso podría llegar a ganar las elecciones.

¿Quién tendrá la posible llave?

Catalunya en Comú-Podem, la coalición de izquierdas en la que confluyen los comunes de Ada Colau, Podemos, ICV, EUiA y Equo, no tiene grandes expectativas electorales, pese a que fue la fuerza más votada en Catalunya en las últimas generales. Las encuestas apuntan que a los Comunes no les irá bien, pero también indican que el partido de Xavi Domènech tendrá la llave de la gobernabilidad en Catalunya.

Domènech presume de equidistancia, no es independentista, pero también se ha distanciado del bloque constitucionalista e incluso ha llegado a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra el artículo 155. Puede inclinarse por hacer presidente a Junqueras o puede aupar a Iceta a la presidencia e la Generalitat. Sus votos serán claves de cara a la investidura. De momento, Domènech no ha expresado sus preferencias, pero sí ha dejado claro que o apoyará ni a la derecha, en referencia a Ciudadanos y PP, ni al partido del tres per cent, en alusión al PDeCAT.

Pero si los Comunes se deciden por dar el sí al independentismo pondrán en una situación difícil a Pablo Iglesias, su socio en Madrid. La estrategia de la equidistancia ha perjudicado a Podemos en el resto de España y un pacto de estas características podría suponer la puntilla final para las expectativas electorales de los polemistas de cara a las próximas generales.

Investidura muy compleja

Aún en el caso de que se alcanzara un pacto, la investidura podría presentar un nuevo episodio de complejidad al estar algunos candidatos en la cárcel o en el extranjero. Los expertos en derecho constitucional no ven demasiados impedimentos en que estos parlamentarios tomen el acta de diputado, pues el reglamento del Parlament permite hacerlo a distancia.

Otra cosa es que puedan votar en la investidura, que se hace por llamamiento y en urna. Eso requerirá que deleguen el voto, cosa casi imposible, que el juez permita que los encarcelados salgan de prisión para la ocasión y que los huidos vuelvan a Barcelona. Sino, habrá que dejar correr la lista, lo que dejaría a Junqueras y Puigdemont fuera del juego político.

El calendario postelectoral

Tras la celebración de las elecciones, deberá constituirse el nuevo Parlament en un plazo de 20 días hábiles, por lo que la nueva Cámara iniciará su andadura como máximo el 23 de enero. Luego en un plazo de 10 días, es decir, antes del 6 de febrero debería tener lugar el debate de investidura para elegir al nuevo presidente de la Generalitat. Al final del debate, se procederá a una primera votación en la que el candidato deberá obtener la mayoría absoluta de los votos. Si no reúne esos apoyos puede someterse dos días después a un segundo debate, que culminará con otra votación en la que es suficiente para investir al president la mayoría simple de la cámara, es decir, más votos a favor que en contra.

Si no se logra elegir a un presidente, entrará en juego el artículo 67.3 del Estatut, que prevé que, si transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura sigue sin haberse podido elegir al nuevo president, el Parlament queda disuelto “automáticamente”. Entonces, el presidente de la Generalitat en funciones debe convocar elecciones “de manera inmediata”, para que puedan celebrarse al cabo de 54 días. Por tanto, los nuevos comicios podrían celebrarse a finales de mayo o principios de junio.

¿Nuevas elecciones?

Los analistas no descartan que ante este escenario político tan endemoniado sea necesario repetir las elecciones, pero hasta eso presenta escollos. Podría ser Rajoy quien convocase de nuevo en virtud del 155, pero eso significaría entrar en el día de la marmota, en un círculo vicioso de difícil salida.

Otra de las posibilidades que ya se barajan estos días en los corrillos políticos es la de nombrar un presidente exprés, que esté en el cargo solo durante unas horas y con la única misión de convocar elecciones, sería una manera de dejar atrás el 155 y volver a la legalidad del Parlament. Ese presidente por un día podría ser Domèmech, como candidato que menos suspicacias suscita.